TIPOS de TERAPIAS

Terapia presencial

La psicoterapia se compone de un tipo especial de vínculo o relación de ayuda donde el paciente puede transmitir su problemática a un terapeuta con capacidad para responder de forma empática comenzando, de esta forma, la relación terapéutica.

La primera persona en hablar de la relevancia del vínculo terapéutico fue Freud cuando afirmaba que la transferencia precede a la intervención. De esta forma, se comienza a resaltar la relevancia de la relación terapeuta-paciente en el seno de una intervención psicológica. La terapia presencial nos permite crear un ambiente que potencia:.

Calidez. Que terapeuta y paciente compartan el mismo espacio físico podrá aportar mayor cercanía y calidez al proceso terapéutico dado que no hay ningún elemento necesario para poder establecer dicho acto comunicativo (ordenador, teléfono, red-wifi…), sino que con la mera presencia de las dos personas (o más en casos de terapia de pareja o familiar) puede iniciarse la terapia.

Lugar seguro. Pese a la creencia de que no existe un lugar más seguro que el hogar de uno mismo, en términos terapéuticos no ocurre de este modo. En primer lugar, y como se ha señalado anteriormente, porque el hogar podría resultar un refugio disfuncional en los casos en los que el paciente muestre grandes sentimientos de vergüenza de sí mismo, depresión, agorafobia, miedo a establecer relaciones con otros, etc. En segundo lugar, por las disrupciones que pueden acaecer en casa, por ejemplo, que llamen a la puerta mientras se está en sesión, que llamen por teléfono, que haya otras personas en la casa que impidan la total libertad de expresión, etc. En una sesión presencial, esto no ocurre dado que, durante la sesión, el espacio pertenece completamente al paciente sin lugar a que otros puedan producir molestias.

Terapia online

La terapia online no permite un servicio con una atención personalizada, rápida y sencilla, manteniendo el compromiso profesional y la confidencialidad de la terapia presencial. En la terapia online hay mayor grado de anonimidad, ya que no hay que entrar al gabinete o clínica de psicología. Esto es algo que algunos pacientes aprecian, si bien actualmente hay mucho menos estigma acerca de lo que supone ir al psicólogo (sobre todo entre los más jóvenes). Además, los programas utilizados para hacer las videollamadas son seguros, y funcionan con protocolos para evitar que la información vertida en el dispositivo electrónico se disemine por la red.

Por supuesto, el código deontológico de los psicoterapeutas y la necesidad de ofrecerle confidencialidad al paciente están presentes tanto en la terapia presencial como en la terapia online, de manera que en este último formato no se pierde privacidad de ningún tipo, solo se gana justo antes y justo después de reunirse con el psicólogo.

Tomar la decisión de acudir a un profesional de la psicología nunca es fácil. Por eso si has llegado hasta aquí, ¡es que eres consciente de que algún aspecto de tu vida puede mejorar! 

Desde Psicología + Fácil te ayudamos a que encuentres la mejor manera de alcanzar el bienestar.

Terapia Whatsapp o telefónica

Con la misma facilidad de recostarse en un diván, tomar el celular y relatar por audio o texto lo que nos pasa es otra manera de iniciar un proceso psicológico. En la era global las terapias han adquirido nuevos métodos. Las formas tradicionales se van adaptando a los tiempos modernos y al avance de la tecnología.

En las sesiones terapéuticas el WhatsApp puede ayudar a contactar y prestar apoyo en el proceso de crecimiento personal de los individuos, tanto niños y adolescentes como adultos, desde una ruta creativa.

Hoy en día es tan potente la fuerza y la influencia de las nuevas tecnologías, que nos invitan y guían continuamente a hacer todo Es por ello que creo que para momentos específicos, el uso del WhatsApp en un contexto terapéutico en el cual  se utiliza sin reemplazar al contacto personal, y directo, cara a cara, puede ser una vía o trampolín para ayudar al otro, tanto para salir al exterior sin esconderse tras el teclado, como para establecer y mantener una comunicación más sana. Todo ello guiado por el terapeuta. Entre otras cosas obtenemos:

  • Rapidez en la respuesta: Como no necesito un ordenador, puedo responder desde allí donde esté. También permite guardar el mensaje por si no lo puedo contestar en aquél momento (porque estoy atendiendo a otra persona).
  • Privacidad para el paciente: A veces a las personas que contactan conmigo -o con cualquier otro profesional-, de entrada, les da vergüenza. Piensan que su motivo de consulta es humillante, o que pueden tener problemas por explicarlo, o les da miedo que el psicólogo “adivine” algunas cosas. No ocurre nada de esto, pero hacer el primer contacto con el psicólogo por WhatsApp facilita la demanda de ayuda.
  • Permite enviar archivos de texto, audio, vídeo, etc. Yo utilizo los archivos de audio cuando veo que es mejor que hacerlo con texto (por ejemplo, porque la entonación tiene un papel importante en el mensaje, o porque es más rápido que escribir).
  • La respuesta queda guardada: A diferencia de la terapia en la consulta o a domicilio, en la que los pacientes pueden olvidar cosas, WhatsApp permite recuperarlo en cualquier momento.