No debemos confundir el amor con la dependencia afectiva. Es esto precisamente lo que ocurre en muchas relaciones de pareja, amistad, etc. El miedo a la pérdida, al abandono y a muchos otros aspectos hacen nacer relaciones amorosas adictivas e, incluso me atrevería a decir, enfermizas.
En principio no hay nada de malo en amar a una persona hasta el punto de que se haría cualquier cosa por ella mientras que ese “hacer cualquier cosa por ella” no afecte de ninguna manera ni a la identidad de cada uno, ni a los principios, ni a las metas ni a lo que es cada uno esencialmente.
Los codependientes se caracterizan por estar tan preocupados y absortos en tratar de rescatar, proteger o curar a otro, que en el proceso encaminan sus propias vidas hacia el caos. La conducta codependiente se caracteriza por tener un efecto contraproducente lesionado tanto al «ayudador» como al ayudado.(Washton y Boundy -21-).
La expresión sintomática del codependiente se caracteriza por la necesidad de tener el control sobre el otro, por una baja autoestima, por un autoconcepto negativo, por la dificultad para poner límites, por la represión de sus emociones, por hacer propios los problemas del otro, por la negación del problema, por ideas obsesivas y conductas compulsivas, por el miedo a ser abandonado, a la soledad o al rechazo, por su extremismo (o son hiperresponsables o demasiado irresponsables). Además se siente víctima porque sacrifica su propia felicidad, tiene dificultad para la diversión y se juzga sin misericordia.
Pero la sintomatología caracterizada por estar focalizado en otro de manera obsesiva y controladora, tiene su contrapartida, la pérdida del cuidado y la preocupación por uno mismo. Es decir nos volvemos codependientes cuando evitamos ponernos en contacto con nuestros propios problemas emocionales, y no asumimos la responsabilidad por el cuidado de nosotros mismos y de nuestro bienestar, volcando la atención sobre las necesidades de otras personas. Los codependientes suelen estar tan preocupados por los otros, que llegan a negar su verdadero sí mismo y no consiguen saber quiénes son en realidad.
Síntomas nucleares o primarios de la Codependencia Según Pía Mellody:
1 – Dificultad para experimentar niveles apropiados de autoestima.
2 – Dificultad para establecer límites funcionales con las demás personas; es decir para protegerse a sí mismos.
3 – Dificultad para asumir adecuadamente la propia realidad; es decir para identificar quién se es, y cómo compartir adecuadametne con los demás.
4 – Dificultad para afrontar de un modo interdependiente las propias necesidades y deseos como adulto; es decir para cuidar de sí mismo.
5 – Dificultad para experimentar la propia realidad con moderación, es decir para ser apropiado con la edad y las diversas circunstancias.
Síntomas secundarios: (surgen del problema nuclear que es la deteriorada relación que mantienen con ellos mismos)
a) control negativo;
b) rencor
c) espiritualidad deteriorada;
d) adiciones o enfermedad mental o física
e) dificultad con la intimidad.
La codependencia se puede superar, pero es necesario la toma de consciencia. No dudes en ponerte en marcha!!!