INFANCIA
La evidencia científica nos muestra cómo los niños y adolescentes que han contado con unos padres que se relacionan con ellos desde la aceptación y el reconocimiento de las emociones y necesidades, a la vez que les sirven de modelo y guía (lo que en psicología llamamos “apego seguro”), dan lugar a adultos más saludables que sabrán aceptarse y reconocerse a sí mismos y a los demás, viviendo con naturalidad tanto las cosas buenas, como las frustraciones y las pérdidas que la propia vida comporta, origen de la mayor parte del sufrimiento psicológico en el ser humano.
En estas etapas se producen un número increíble de cambios, tanto durante la infancia como en la adolescencia, son especialmente importantes los que se producen desde el nacimiento hasta los dos años. En todo caso, estas etapas son muy importantes, ya que se generan grandes avances en el desarrollo físico, cognitivo y psicosocial, todos los cuales son áreas claves de trabajo especifico. Particularmente, de manera individualidad y personalizada tratamos las disfunciones y problemas, ya sea a nivel emocional como de aprendizaje y de adaptación, que se originan y consolidan en estas etapas del desarrollo.
