DIVERSIDAD SEXUAL
La orientación sexual es una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otros. Se distingue fácilmente de otros componentes de la sexualidad que incluyen sexo biológico, identidad sexual (el sentido psicológico de ser hombre o mujer) y el rol social del sexo (respeto de las normas culturales de conducta femenina y masculina).
Es un tema complejo, por lo que cuando uno decide confiar en un terapeuta y seguir un tratamiento psicológico, está dando un paso importante. Probablemente le hayan aconsejado que otras vías no son suficientes, o el tema que le afecta necesita ser aclarado con una persona especialista en ello (como es el caso del problema de aceptación de la orientación sexual).
Comenzar una psicoterapia o pedir ayuda psicológica implica la apertura de uno a otra persona, que va a ser testigo de nuestros temores, de todo lo que nos atormenta o nos produce ansiedad. Y no siempre se siente uno muy dispuesto a abrirse a otro. Sobre todo cuando se ha sufrido mucho.

Para elegir al terapeuta es normal recurrir a los amigos para que nos aconsejen, o a alguien que conocemos y que le fue bien con uno. Y eso determina no solo con quién, sino incluso el tipo de terapia: conductista, gestalt, humanista, psicodrama, de grupo o psicoanalítica, por citar algunas. Pero tiene sus riesgos si se escoge mal al terapeuta, pues puede dañarnos de muchas maneras.
Hemos de tener el terapeuta conoce bien el tema que nos afecta. Si recurrimos a uno para tratar problemas con un hijo adolescente, o con problemas de adicción, queremos que sepa de adolescencia o de adicciones; cuando es un problema de orientación sexual debe saber de la problemática específica que tienen los homosexuales y lesbianas, que acudan a su consulta.
En todo caso lo que vamos a trabajar, entre otros temas, va a ser lo siguiente:
- Dudas sobre la opción sexual (homosexualidad, heterosexualidad o bisexualidad)
- Conflictos a la hora de asumir nuestra orientación sexual o la opción distinta a la nuestra de un ser querido.
- Ayuda en este proceso de aceptación, tanto personal como social.