“Con el cerebro ocurre lo contrario que con las carreteras:
cuanto más se usa, menos se desgasta”.
Papel y lápiz en mano. Números y letras rondando en la cabeza. ¡Llegó el rato de los pasatiempos! Ya sea un sudoku, un crucigrama, una sopa de letras o un autodefinido, este tipo de juegos mentales son “una especie de puzzle” para la mente de quien lo haga habitualmente.
Todo son ventajas al practicarlos:
→ Tienen una función lúdica: son el entretenimiento por excelencia, distraen y llenan los ratos libres con éxito. “Nos producen bienestar y liberación de endorfinas. Al que le guste hacer este tipo de pasatiempos, está activando los centros de placer dentro de la corteza cerebral”, afirma Portellano.
→ Previenen el riesgo de deterioro cognitivo: las personas que los realizan con frecuencia, se obligan a sí mismas a utilizar estrategias de razonamiento, memoria, atención y lógica.
La solución al problema inicial la tienes aquí: