7. El mediocre y el salvador

«Si un individuo es capaz de amar productivamente también se ama a sí mismo; si sólo sabe amar a los demás no sabe amar en absoluto.» E. Fromm

¿Salvar, ser salvados… necesidad, carencia o virtud?. Nos han educado con la mentalidad de que “ayudar al prójimo” es fundamental para todo ser humano. No digo que no sea así, pero hemos de tener en cuenta que existen personas cuya misión es solucionar los problemas de los demás, es casi una misión de vida y pueden hacerlo incluso cuando no se solicita su ayuda.

Si nos paramos un poco más en este concepto veremos que nos está hablando del “deseo de ser necesitado del salvador”. En estas personas el miedo es que no pueda llevar a cabo esa misión por que las personas próximas crecen y “mi labor” ya no es tan indispensable. En este caso la autoestima del salvador se basa en la ayuda que ofrece a otros. La relación con los ayudados es doblemente tóxica, ya que ni el salvador ni la víctima se ocupan de sus necesidades.

Por su parte el mediocre, irá acompañando al salvador, a la víctima o a cualquier otro perfil tóxico, ya que su mediocridad quedará oculta tras las características más destacadas de cualquier otro perfil. El mediocre es incapaz de aspirar, apreciar y mejorar para salir de su zona de confort. El lema “ Mejor malo conocido que bueno por conocer” es su estandarte, por lo que nunca lo verás aportando, por contra puede ser que algún perfil tóxico: la manipulación, la queja, la culpa o cualquier otra que le permita seguir estando en su cueva.

En este curso aprenderemos a ver aquellos identificadores que nos van a permitir observar nuestras conductas, por si vemos la importancia de modificar algún aspecto y las conductas de las personas próximas para poder establecer los límites necesarios en estas relaciones tóxicas.

¡¡¡Vamos, ahora es el momento, no postergues más!!!